Trump se centra en las transferencias de conocimiento mediante inversión extranjera directa

Según fDi Intelligence, la respuesta de Donald Trump al allanamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en una planta de baterías operada por las surcoreanas Hyundai y LG marca un nuevo capítulo en la política de inversión extranjera del país, que prioriza la transferencia de conocimiento.

Pocos días después de que el ICE arrestara a unos 500 extranjeros indocumentados en una fábrica de baterías operada por Hyundai Motor Group y LG Energy en Georgia, Trump escribió en Truth Social que los inversionistas extranjeros pueden traer legalmente a "su gente inteligente”, con una condición: "Lo que pedimos a cambio es que contraten y capaciten a trabajadores estadounidenses".

La estrategia de China

China domina el arte de utilizar la inversión extranjera directa como vehículo de conocimiento y tecnología. En su excelente libro sobre la cadena de suministro de Apple en China —Apple en China: La conquista de la mayor empresa del mundo—, el periodista Patrick McGee detalló los elementos del enfoque estratégico de Pekín respecto a la IED. Cupertino transportaba semanalmente a decenas de ingenieros para capacitar a sus homólogos en proveedores chinos. Unos meses después, al regresar, se encontraban con caras nuevas. Los que habían formado se habían visto obligados a aplicar sus conocimientos recién adquiridos en líneas de productos más lucrativas. No fue casualidad; todo surgió de forma premeditada en cuanto Pekín y las empresas chinas comprendieron el valor de trabajar y aprender de las mentes más brillantes de Apple, más allá del ámbito financiero.

Escasez de mano de obra

Trump ahora está dispuesto a seguir el ejemplo de China para garantizar que la IED se adapte mejor a su agenda de "América Primero".

Los planes de relocalización de las administraciones Biden y Trump se han visto obstaculizados por un mercado laboral muy ajustado en Estados Unidos. El porcentaje de productores que alegan falta de mano de obra para no operar a plena capacidad se disparó a casi el 50% en 2021-22, y ahora tiende a rondar el 20%, lo que se mantiene en un nivel históricamente alto, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.

No se trata solo de la cantidad de trabajadores disponibles. La falta de habilidades también es un problema para un país que ha perdido la mayor parte de su base manufacturera en los últimos 50 años. Cabe destacar que se ha informado ampliamente que la taiwanesa TSMC tiene dificultades para cubrir puestos en sus nuevas plantas de fabricación en Arizona debido a la falta de habilidades, además de que los trabajadores locales tienen dificultades para adaptarse a su rigurosa ética laboral. "Lo que funciona en Taiwán no siempre funciona en Arizona", bromeó una investigación del New York Times.

Finalmente, TSMC y otros inversionistas extranjeros que se enfrentaban a obstáculos similares recurrieron a traer a miles de trabajadores de sus países de origen para realizar el trabajo. Sin embargo, esto implica algo más, especialmente cuando se trata de inversionistas asiáticos.

A diferencia de las expectativas clásicas de desarrollo de la IED, los inversionistas extranjeros tienen muy poco interés en la transferencia de conocimiento, sobre todo si cuentan con una ventaja tecnológica en sectores estratégicos y la ven como un trampolín natural hacia la transferencia de tecnología. Este es el caso de los inversionistas asiáticos en sectores como semiconductores, baterías y vehículos eléctricos, entre otros. Normalmente, se encargan de todo con su propio personal y proveedores, lo que limita cualquier efecto dominó. Incluso durante la fase de construcción de sus plantas, rara vez permiten la participación de empresas constructoras nacionales o regionales.

El presidente Trump ahora está dispuesto a cambiar la situación

“Tenemos muchas industrias que ya no existen, y tendremos que capacitar a la gente”, explicó en una conversación con la prensa el 7 de septiembre. El propio presidente destacó la tensión entre esta necesidad y su ofensiva contra la inmigración ilegal. “Es una situación muy interesante la que se dio en Georgia. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) actuó correctamente porque estaban aquí ilegalmente, pero tenemos que encontrar una solución para traer expertos para que nuestra gente pueda capacitarse y pueda hacerlo por sí misma”, añadió, insinuando un enfoque más asertivo para la transferencia de conocimiento proveniente de la inversión extranjera.

El economista de la Reserva Federal, nacido en China, Yi Wen, argumentó que la transferencia de conocimiento tácito es la receta secreta de cualquier revolución industrial: “el arte de crear cosas, de organizar asuntos prácticos y de la forma en que la gente produce, distribuye, viaja, se comunica y consume”. Esto se aplicó a la revolución industrial del Reino Unido en el siglo XVIII, así como al milagro económico chino de los últimos 45 años. Trump quiere que esto se aplique a la economía estadounidense del futuro. Pero primero, debe convencer a los inversionistas extranjeros para que se comprometan con los trabajadores estadounidenses. Es de esperar que haya más maniobras y negociaciones mientras intenta lograrlo.

La transferencia de conocimientos y de tecnología desde empresas extranjeras a sus empleados y proveedores locales es uno de los efectos más importantes y beneficiosos de la Inversión Extranjera Directa (IED). Este proceso eleva la productividad, fomenta la competitividad y mejora el nivel tecnológico de la economía receptora, impulsando su desarrollo.

Sandro Zolezzi

Chileno-Costarricense. Ingeniero Civil-Industrial con énfasis en optimización de recursos de la Universidad de Chile, con una Maestría en Administración de Negocios con énfasis en economía y finanzas del INCAE Business School de Costa Rica.

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