El futuro no se ensambla: se diseña

Texto mencionado en CRHoy. Link del artículo.

Intel se va, Nvidia vuela… y Costa Rica sigue mirando al lugar equivocado

La noticia debería preocuparnos más de lo que admitimos: el Gobierno de Costa Rica organizó una feria de empleo para recolocar a los trabajadores despedidos por Intel, después del cierre de su operación de ensamble, prueba y empaquetamiento, trasladada a Malasia y Vietnam. Pero lo más revelador no fue la feria en sí, sino quiénes estuvieron presentes: únicamente empresas de manufactura tradicional y de dispositivos médicos. Ninguna empresa de servicios basados en conocimiento…Ninguna.

Ese detalle, que parece menor, revela un problema estructural en la estrategia de atracción de inversión del país: seguimos pensando en la economía del pasado, mientras el mundo ya vive en otra dimensión. Seguimos midiendo la inversión con dólares y empleos, sin entender que el valor hoy está en los intangibles, en el diseño, en el software, en la arquitectura tecnológica… no en la manufactura repetitiva que inevitablemente seguirá migrando hacia Asia.

Y para probarlo, basta ver el fenómeno que domina hoy las finanzas globales: Nvidia superó los $5 billones en valor de mercado, convirtiéndose en la empresa más valiosa del planeta.

La misma Nvidia que no ensambla un solo chip, no opera plantas gigantes, no emplea decenas de miles de operarios y no depende del sudor físico de líneas de producción. Nvidia diseña. Piensa. Crea. Y desde la abstracción técnica genera más valor que cualquier conglomerado manufacturero tradicional del siglo XX. En contraste, Intel —el símbolo de la manufactura integrada— reduce operaciones, recorta 25.000 trabajadores en el mundo, cierra plantas y traslada capacidades operativas hacia Asia. El mensaje es claro: el valor se está moviendo. Costa Rica no.

Intel: una señal que no queremos leer

Cuando Intel anunció el cierre de su planta de ensamble y prueba en Costa Rica, muchos lo interpretaron como una reconfiguración rutinaria. No lo es. Es la evidencia de un patrón que los economistas conocemos bien:

1. La manufactura sigue los costos

2. El diseño sigue al talento

3. El valor sigue a los intangibles

Malasia y Vietnam ganan en costos. Estados Unidos y Europa ganan en diseño.
Costa Rica… debería decidir en cuál de esos mundos quiere competir.

Pero la feria de empleo organizada por el gobierno demuestra que aún estamos atrapados en la lógica antigua. Se invitó a empresas que replican el mismo modelo que Intel está abandonando. Y no se invitó a una sola empresa de servicios basados en conocimiento: ni software, ni data analytics, ni ciberseguridad, ni AI engineering, ni cloud services, ni modelación digital, ni arquitectura de chips, ni diseño electrónico. Estamos capacitando talento para lo que el mundo deja atrás, no para lo que el mundo está exigiendo.

Nvidia: la revolución intangible

Mientras Intel reduce, Nvidia crece 65% en ganancias y reporta ingresos récord de $57.000 millones en un trimestre. Y lo más extraordinario: $51.200 millones provienen de GPUs para centros de datos, no de manufactura, sino de propiedad intelectual, microarquitectura, diseño, software de optimización y ecosistemas digitales. Nvidia no necesita plantas porque el mundo ya no paga por tocar átomos; paga por controlar información.

Este es el principio que Costa Rica aún no incorpora en su estrategia de promoción: el futuro de la inversión no está en la mano de obra barata, sino en la capacidad cognitiva —en la ingeniería, el software, la analítica, la IA, la arquitectura de diseño. Intel lo entendió tarde. Costa Rica ni siquiera lo ha discutido.

La ironía de la feria de empleo

Las empresas que participaron en la feria de empleo representan industrias valiosas, sí, pero también altamente vulnerables a:

  • automatización,

  • relocalización,

  • ciclos globales de costos,

  • presión competitiva asiática.

¿Por qué no había empresas de servicios modernos? Por una razón dolorosa: Costa Rica no tiene una estrategia para crear una masa crítica de empresas digitales de alto valor que necesiten ese talento. Y no la tiene porque la agencia nacional de promoción no está entrenada para atraer empresas que generen diseño, IP, algoritmos o arquitectura digital.

Nos especializamos en atraer plantas. Y el mundo ya dejó de premiar plantas.

Tres verdades que no podemos seguir ignorando

1. La manufactura tecnológica ya no define el valor

El valor hoy está en:

  • diseño de microarquitectura,

  • software embebido,

  • optimización de IA,

  • simulación digital,

  • ingeniería avanzada.

Nvidia vale $5 billones no porque ensamble chips, sino porque diseña cerebros digitales.

2. El talento que Intel formó —y hoy pierde— es un activo que Costa Rica no sabe cómo aprovechar

Más de 2.000 profesionales formados en:

  • testing,

  • calidad,

  • automatización,

  • electrónica,

  • logística técnica,

pueden ser reconvertidos en:

  • ingenieros de datos,

  • diseñadores electrónicos,

  • especialistas en validación de IA,

  • modeladores digitales,

  • expertos en hardware/software codesign.

Pero nadie está entrenándolos para eso.

3. Costa Rica necesita una agencia de promoción de inversión preparada para el siglo XXI

Una que entienda lo que Nvidia representa: que el valor está en los intangibles y en el conocimiento, no en las líneas de producción.

Lo que Costa Rica debe hacer ahora

I. Crear un “Programa de Reconversión hacia Diseño y Servicios Inteligentes”

100% enfocado en transformar el talento técnico desplazado en:

  • especialistas en chips (no operadores),

  • ingenieros de automatización avanzada,

  • expertos en machine learning para hardware,

  • programadores de firmware,

  • QA para sistemas complejos,

  • arquitectos digitales.

II. Atraer empresas como Nvidia, ARM, Synopsys, Cadence, AMD, Xilinx

Todas intensivas en diseño, software y arquitectura. Todas creadoras de valor.
Todas posibles si se crea la estrategia correcta.

Conclusión: Costa Rica debe decidir si quiere ser Malasia o quiere ser Nvidia

La feria de empleo nos mostró hacia dónde estamos mirando: hacia el mundo operativo que está perdiendo relevancia. Nvidia nos muestra hacia dónde va el mundo: hacia el diseño, hacia los intangibles, hacia la mente. La pregunta es simple y urgente: ¿Queremos seguir ensayando el modelo que Intel acaba de abandonar, o queremos construir el modelo que Nvidia está liderando? Porque el futuro no se ensambla. El futuro se diseña. Y Costa Rica —si quiere existir en ese futuro— debe comenzar hoy.

Sandro Zolezzi

Chileno-Costarricense. Ingeniero Civil-Industrial con énfasis en optimización de recursos de la Universidad de Chile, con una Maestría en Administración de Negocios con énfasis en economía y finanzas del INCAE Business School de Costa Rica.

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