El director ejecutivo de Intel anunció una nueva reestructuración

IED

El nuevo director ejecutivo de Intel, Lip Bu-Tan, anunció despidos, reestructuración y ampliación del plazo de regreso a la oficina. El informe del primer trimestre provocó una caída del 5% en las acciones. Tan señaló que transformar la cultura de Intel será un proceso largo y requiere eliminar burocracia para fomentar innovación y agilidad, mencionando la excesiva complejidad en los equipos. Intel no ha especificado cuántos empleados despedirá, pero comenzará en el segundo trimestre y continuará varios meses. En agosto de 2024, Intel despidió al 15% de su plantilla (15.000 empleados) y se rumorea que planea despedir al 20%, unos 20.000 empleados más.

Tan anunció que Intel se centrará nuevamente en la ingeniería y eliminará procesos que frenan la innovación. La empresa reducirá costos y ajustará su estructura operativa para alinearse con los estándares de la competencia. Simplificarán la organización eliminando capas jerárquicas y burocracia, ya que muchos equipos tienen ocho o más niveles de gestión, lo que ralentiza la toma de decisiones. El CEO reconoció que estos cambios reducirán la fuerza laboral y comenzarán en el segundo trimestre, avanzando rápidamente en los próximos meses.

El plan de reestructuración simplificará los procesos internos, eliminará reuniones innecesarias y reducirá la carga administrativa para que los empleados se enfoquen en el cliente. Además, desde el 1 de septiembre, Intel requerirá que los empleados trabajen en la oficina al menos cuatro días a la semana para mejorar la colaboración y la cultura corporativa.

Los directores ejecutivos de Intel

Gordon Moore (1975-1987)

Gordon Moore, cofundador de Intel, se convirtió en CEO en 1975. Fundó la empresa en 1968 con Robert Noyce. Moore dirigió Intel hacia la producción masiva de microprocesadores, sin saber cuánto dominarían ese campo

Andy Grove (1987-1997)

Andy Grove ascendió a la presidencia de Intel en 1979. Posteriormente, se convirtió en director ejecutivo en 1987. Dirigió la empresa durante el inicio de la era de la PC, implementando un estilo de gestión intensivo. Para la década de 1990, Intel se había convertido en el mayor fabricante de chips del mundo

Craig Barrett (1997-2005)

Barrett se convirtió en CEO de Intel en 1998, aportando su experiencia en tecnología y estrategia empresarial. Diversificó los productos de Intel más allá de los microprocesadores y gestionó sus finanzas durante la burbuja puntocom. Aunque recibió críticas por no establecer el dominio de Intel en la informática móvil, tuvo un impacto significativo

Paul Otellini (2005-2013)

Paul Otellini, un veterano con más de 30 años en Intel fue nombrado presidente y director de operaciones en 2002. En 2005, se convirtió en el quinto CEO de la empresa, siendo considerado una elección segura

Brian Krzanich (2013-2019)

Brian Krzanich, ingeniero veterano de Intel, usó su experiencia técnica para ascender a director de operaciones en 2012. Fue visto como un experto en operaciones, capaz de ejecutar las estrategias de Intel, y se convirtió en el sexto CEO en 2013. Sin embargo, su mandato tuvo varios problemas, incluyendo retrasos en la producción de nuevos chips

Bob Swan (2019-2021)

Bob Swan se unió a Intel como director financiero en 2016 después de trabajar en eBay y General Atlantic.

Saltó a la fama tras la sorpresiva renuncia de Brian Krzanich en 2018. Eran tiempos difíciles y tuvo que navegar por aguas turbulentas

Pat Gelsinger (2021-2024)

El regreso de Pat Gelsinger a Intel como CEO en 2021 fue un cambio bastante grande para el gigante de los semiconductores. Creía en revivir la fabricación de chips en Estados Unidos y restaurar el liderazgo tecnológico de Intel. Sin embargo, su mandato enfrentó desafíos importantes:

  • Las acciones de Intel cayeron más del 50%

  • La empresa perdió una cuota de mercado crucial frente a competidores como Nvidia

  • y los costosos esfuerzos de reestructuración no dieron resultados

La confianza de la junta directiva se erosionó a medida que Intel luchaba, particularmente en el sector de IA. 

A pesar de haber conseguido 10 mil millones de dólares en apoyo gubernamental, los retrasos en una instalación alemana planeada tensaron aún más las relaciones

David Zinsner y Michelle Johnston (2024-2025)

Intel designó a David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus como codirectores ejecutivos interinos tras la salida de Pat Gelsinger. Zinsner, exdirector financiero de Intel, tiene 25 años de experiencia en semiconductores

Lip-Bu Tan (2025-presente)

Lip-Bu Tan asumió como director ejecutivo de Intel el 12 de marzo de 2025 y comenzó sus funciones el 18. Reemplazó a Pat Gelsinger, quien dejó su puesto el 1 de diciembre de 2024, y a su codirector ejecutivo interino.

Intel enfrenta grandes desafíos: caída del 60% de sus acciones en 2024, pérdida de participación de mercado y retrasos en la fabricación. Tan aporta experiencia estratégica, e Intel mantiene operaciones integradas bajo su liderazgo. Debe enfrentar la competencia en inteligencia artificial, usar los fondos de la Ley CHIPS y recuperar la confianza de los inversionistas



Historia del precio de las acciones de Intel 

Intel ha tenido una alta rotación de directores ejecutivos debido a la competencia, la incapacidad para adaptarse a la informática móvil y la IA, y problemas internos como estructuras organizativas complejas y costos elevados. Estos desafíos han reducido su cuota de mercado, generando un rendimiento inferior y provocando la necesidad de reestructuración y un nuevo liderazgo.

Las reestructuraciones recientes no han restablecido el liderazgo de Intel. No hay una explicación sencilla para los problemas de esta empresa. Intel sigue siendo una empresa grande y generalmente rentable, pero que está constantemente por detrás de sus pares. Una cita de Warren Buffett puede ofrecer la mejor explicación de lo que hay detrás del bajo rendimiento crónico de Intel. Él dijo una vez a sus colaboradores: “Podemos darnos el lujo de perder dinero, incluso mucho dinero, pero no podemos darnos el lujo de perder reputación, ni siquiera una pizca de reputación”. Una disminución de la reputación no se refleja directamente en las cifras, pero puede ser una razón invisible por la que un competidor supera a otro. Si bien no es cuantificable, las consecuencias son muy reales con el tiempo, y eso parece ser parte de lo que ha afectado a Intel.

Sandro Zolezzi

Chileno-Costarricense. Ingeniero Civil-Industrial con énfasis en optimización de recursos de la Universidad de Chile, con una Maestría en Administración de Negocios con énfasis en economía y finanzas del INCAE Business School de Costa Rica.

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